Aprendizaje Activo

Para referirse al aprendizaje activo se debe considerar, en primer lugar, que el aprendizaje no se da de manera aislada o por imposición, sino que es un constructo que resulta de las actividades que el aprendiz realiza con la orientación del docente o facilitador. Para ello, es importante que las y los estudiantes tomen un rol activo en su proceso, conozcan de qué manera aprenden mejor y reflexionen sobre lo que éste implica, así como sobre la manera en la que lo aprendido se relaciona con saberes nuevos, de modo que se consolide una red de aprendizaje en la cual adquieran significado (Biggs, 2006). 

Para lograr lo anterior, se proponen técnicas y estrategias que buscan contribuir a transitar del aprendizaje simple a un aprendizaje más complejo en el cual el estudiantado sea consciente de sus estilos, fortalezas y debilidades. A continuación, encontrarás fichas con algunos ejemplos donde se describen en qué consisten las técnicas y estrategias y cómo las puedes implementar en el aula. 

¡Te invitamos a explorarlas y a ponerlas en práctica!